¿Cuál es el poder de la narración?
Contar cuentos puede hacer mucho más en favor de tu cambio estratégico de lo que cabría esperar a simple vista. ¿por qué la narración de historias es un poderoso medio para informar y persuadir a tus audiencias objetivo?
- Nuestros cerebros están hechos para aprender de las narraciones
- Las narraciones nos atrapan y mantienen nuestra atención, las historias nos ayudan a comprender y recordar mensajes
- Las narraciones tocan nuestras emociones y crean empatía; la empatía se requiere para comprometer a tus audiencias objetivo con tus acciones de conservación
Nuestros cerebros están hechos para aprender de las narraciones
Nuestros cerebros están programados para las historias como una forma de organizar la información y nos ayudan a orientarnos. Ayudan a darle sentido a un mundo complejo. Los seres humanos se centran en la comprensión y el reconocimiento de patrones y entender nuevos conceptos e ideas. Las historias ofrecen esos patrones. Las historia están construidas en causas y efectos. Un evento dirige a otro. Pensamos en narrativas todo el día. “Si hago esto espero obtener este resultado.” Este es un proceso inconsciente e incontrolable.
Desde el principio de los tiempos, los seres humos han educado a las generaciones más jóvenes usando historias. La mayor parte de nuestra existencia, todo el conocimiento y valores fueron transferidos de generación en generación solamente a través de la historia oral.
Las narraciones nos atrapan y mantienen nuestra atención, nos ayudan a comprender y recordar
Vivimos en un océano de información. ¿Cómo puedes atraer a que te escuche tu audiencia objetivo cuándo están bombardeados por mensajes todos los días?
Las buenas historias ayudan a la gente a recordar mensajes, no solamente por cinco minutos, sino –si la historia es suficientemente fuerte- por toda la vida. ¿Cuántos cuentos de tu infancia recuerdas?
Las narraciones traen hechos a la vida y los inyectan con pasión. Escuchas una buena narración con tu cabeza y con tu corazón. Te conviertes en un participante activo, en lugar de una escucha pasiva.
Si una historia está bien contada, tú la experimentas como si estuvieras ahí. Sientes lo que el cuentacuentos siente. Ves y escuchas lo que el cuentacuentos (narrador) ve y escucha. Memorizas los mensajes de la narración porque ves las imágenes, escuchas los sonidos y sientes las emociones. Una narración compromete tu atención en diferentes niveles, entonces cuando el narrador revela el mensaje central, éste se pega.
¿Alguna vez ha escuchado largas presentaciones y tenías problemas para recordar la mayor parte de la información, pero cuando regresaste a casa te volviste a contar el buen cuento de uno de los conferencistas? Eso es porque los cuentos se pegan. Contar cuentos o narrar historias provee de una experiencia más fuerte y profunda que una presentación racional y objetiva.
Cuando solamente le dices a tu audiencia un montón de hechos, hay una alta probabilidad de que no se acuerden. Una presentación de power point resumiendo los hechos con viñetas activa sólo nuestra parte del procesamiento del lenguaje en el cerebro, donde decodificamos las palabras en significados. Nada más pasa.
Si un cuentacuentos nos narra una comida deliciosa, describiendo vívidamente los sabores y los olores, el oyente así lo olerá y saboreará. La corteza sensorial, la parte del cerebro utilizado para estos sentidos, está activada.
Si un cuentacuentos narra vívidamente acerca de ser atacado por una manada de lobos hambrientos aullando, y tener que correr para salvar su vida, el oyente corre con él. La corteza motora, la parte del cerebro involucrada en todo nuestro movimiento, está activada cuando escuchamos o leemos la historia.
Los siguientes dibujos ilustran el poder de la narración contra los limitados efectos de la información basada en datos.
Entonces, las historias nos ayudan a recordar, activando muchas partes del cerebro, en lugar de solo activar las partes que se usan para procesar la información objetiva. En palabras de Annette Simons en su libro “El Factor de la historia”: “Descuidamos los criterios más importantes que la mayoría de la gente usa para decidir si nos escucha o no. Pasamos demasiado tiempo hablando al cerebro racional de una persona y descuidamos su cerebro emocional”.
Ejemplo de un experimento que demuestra que las historias son mucho mejor recordadas
El libro “Historias que mueven montañas” describe un escaparate fascinante del poder de la narración: ‘Chip y Dan Heath llevaron a cabo una clase anual en la Universidad de Stanford en California. Se pidió a los estudiantes dar un discurso persuasivo de un minuto a sus compañeros. Todos los estudiantes reciben los mismos datos. La mitad de los estudiantes tiene que argumentar en favor de un punto de vista, la otra mitad para el punto de vista opuesto.Como se pueden imaginar, las presentaciones con los estudiantes de Stanford, son normalmente de buena calidad y ofrecen claramente los datos y argumentos. Después de las presentaciones, el público se distrae durante algunos minutos con un video de comedia y posteriormente se les pidió que escribieran los puntos clave de cada discurso que escucharon, a partir de lo que recordaran, debido a que no tenían notas a las que referirse.
Los estudiantes quedaron sorprendidos de lo poco que pueden recordar. No es que tuvieran muchas cosas que recordar, debido a que, fueron sólo ocho intervenciones de un minuto. Estas son personas bien educadas, algunos representan a los estudiantes más brillantes del planeta. Aunque sólo uno de cada diez estudiantes utilizarán la presentación para contar una historia, mover las emociones, o realmente centrarse en un mensaje clave; la evidencia muestra que el sesenta y tres por ciento de la audiencia puede recordar hechos de las presentaciones de cuenta cuentos, en comparación con sólo el cinco por ciento del resto. Este fue uno de los puntos de inflexión para mí. Esto demuestra claramente que el uso de historias puede hacer que sus ideas se peguen en la mente de su público.’
Fuente: Martin Sykes. A. Nicklas Malik and Mark D. West, Historias qué mueven montañas, Cuentacuentos y diseño Visual de presentaciones persuasivas, 2013. (Stories that Move Mountains, Storytelling and Visual Design for Persuasive Presentations).
Las historias tocan nuestras emociones y nos comprometen
¿Por qué necesitamos mover las emociones de nuestras audiencias objetivo para involucrarlos en las acciones de conservación? ¿Sí ya saben y entienden la situación, no es suficiente? ¡No, no lo es! Lee el siguiente texto y lo descubrirás.
Información basada en hechos versus una historia que nos conmueve
Para entender porque respondemos a historias irresistibles acerca de individuos en lugar de responder a información objetiva acerca de un gran problema, te platicaremos acerca de un experimento científico explicado por Dan Ariely en su libro “La ventaja de la irracionalidad”.
Información objetiva versus información emocional
A los participantes en el experimento se les dio información sobre el hambre en África y se les pidió una donación.Un grupo recibió información concreta y las estadísticas sobre la causa del problema y el número de personas padeciendo hambre: “La escasez de alimentos en Malawi está afectando a más de 3 millones de niños. En Zambia, el severo déficit de lluvias se ha traducido en una caída de 42% en la producción de maíz desde el 2000. Como resultado, se estima que 3 millones de zambianos afrontan el hambre. 4 millones de angoleños-un tercio de la población-se han visto obligados a huir de sus hogares. Más de 11 millones de personas en Etiopía necesitan asistencia alimentaria inmediata”
Un segundo grupo recibió información sobre Rokia, una niña de Mali de siete años de edad, desesperadamente pobre, que se enfrentó a la inanición. Los participantes examinaron su foto y leyeron la siguiente declaración: “Su vida mejoraría como resultado de su contribución monetaria. Con su apoyo, y el apoyo de otros patrocinadores que cuidan, Save the Children trabajará con la familia de Rokia y otros miembros de la comunidad para ayudar a alimentarla, proporcionarle educación, así como la atención médica básica y educación en higiene”
¿Adivina qué grupo donó más?
El grupo al que le presentó la víctima identificable Rokia donó ¡dos veces más que el grupo que recibió la información estadística! Estos resultados son deprimentes pero hay más. También hubo un grupo de participantes que leyeron tanto la información objetiva como la información acerca de Rokia.
¿Cuál crees que fue el resultado? ¿El deseo de apoyar aumento añadiendo información emocional?
Por desgracia, no ocurrió así. Al parecer, es difícil para los seres humanos pensar de forma racional y sentir emociones al mismo tiempo.
Conclusión
Tomados en conjunto, estos resultados cuentan una historia triste. Cuando nos preocupamos por un animal determinado, actuamos, pero cuando toda una especie está en peligro, no lo hacemos. No vamos en ayuda cuando debemos, otras veces ayudamos de forma irracional como ilustra la historia verdadera del pingüino Happy Feet. Y el frío cálculo no aumenta nuestra preocupación por los grandes problemas. En lugar de eso, suprime nuestra compasión. Bloquea que tomemos acción y dificulta el cambio de comportamiento.
Fuente: : Dan Ariely en La empatía y la emoción: ¿Por qué respondemos a una persona que necesita ayuda, pero no a muchas? La ventaja de la irracionalidad, 2010 (Empathy and Emotion: Why We Respond to One Person who Needs Help but Not to Many, The Upside of Irrationality